El investigador privado y su relación con el departamento de compliance se ha configurado, en los últimos años, como una nueva línea de actividad en Estados Unidos, Europa y varios países de América del Sur, donde cada vez hay más profesionales de la información especializados en las necesidades que pueden cubrir a un compliance officer o a su departamento.
Las necesidades de este departamento son varias, la mayoría de ellas pueden ser resueltas con información preventiva y con datos para controlar y evitar delitos susceptibles de imputación a la empresa, empleados, administradores o sus directivos. Con dicha información se pueden anticipar: fraudes de subvenciones, blanqueo de capitales, insolvencias punibles, defraudaciones fiscales o de la Seguridad Social, estafas, daños a sistemas o datos informáticos, delitos urbanísticos, publicidad engañosa, delitos de manipulación de mercados o de información privilegiada, etcétera.
La prioridad debe ser la revisión de la situación comercial, financiera y actual propia de su empresa y principales directivos, de sus proveedores y clientes, revisión de sus contratos para detectar si la empresa ha seleccionado a los proveedores sin realizar un análisis competitivo o bien controlar que la contratación no se haya realizado con empresas vinculadas con amigos o familiares.
El detective privado da un punto de vista externo, objetivo y profesional sobre la percepción que se tiene de la empresa de puertas hacia fuera, de la información que cualquier persona o empresa interesada podría tener sobre su situación. ¿Qué dicen los informes comerciales de los cuatro principales proveedores de información comercial? ¿Qué se sabe sobre sus impagados? ¿Qué noticias negativas están relacionadas con la empresa? ¿Qué debe conocer el departamento de compliance que aún no le han contado? ¿Qué se puede llegar a conocer sobre la empresa si un tercero invierte en información? En definitiva tener riesgo reputacional cero: el prestigio se convierte, después de varias décadas sin tener en cuenta la moralidad de la empresa, de nuevo es uno de los factores prioritarios a tener en cuenta a la hora de valorarla.
No se trata de buscar comentarios negativos sobre experiencias con la marca, que proceden de clientes que sienten que se les ha dado una respuesta insatisfactoria tras una frustrada compra realizada o de no sentirse bien atendido por un empleado poco formado y motivado. Se trata, por el contrario, de afirmaciones que constituyan la primera pista para llegar a otro comentario, descubrir que están relacionados con un mal servicio, productos de baja calidad, con retrasos en la entrega de productos o servicios, no paga de forma puntual a sus proveedores o a sus empleados, esto si puede ser un motivo a tener en cuenta, en caso de que el informe del detective sea sobre la propia empresa que está analizando.