Compliance es un anglicismo que, como sucedió hace algunos años con términos como ‘community manager’, ‘webmaster’o ‘controller’, se introdujeron en nuestra lengua como préstamos lingüísticos desconocidos y casi impronunciables. Son producto de la democratización y globalización que, cada vez más, experimenta el lenguaje -sobre todo el técnico y especializado- que no hace más que nombrar realidades. Hoy son palabras y profesiones comunes por todos conocidas, incluso existen empresas especializadas que pueden externalizar todos estos servicios.
¿Pero que es el compliance? En la actualidad, se trata de uno de los puestos más demandados en ofertas de empleo online. Su surgimiento tiene que ver con algunos cambios legislativos, -como la normativa ISO 19600- y con una mayor preocupación por la imagen y consecuencias. El compliance officer es el responsable de prevenir, detectar y responder de los riesgos a los que se enfrenta la empresa por posibles incumplimientos (compliance) de sus obligaciones; así como de mantener el riesgo reputacional cero de la empresa. El detective privado colabora como profesional que aporta información distinta basada en un interés legítimo, información 100% legal.
Obligaciones de la empresa
Las voluntarias: responsabilidad social corporativa, ética, contratos.
Las extracontractuales: derivadas de la actividad de la empresa, empleados y directivos. Es aquí donde surgen las posibles sinergias y colaboraciones entre el detective privado y el compliance officer, ya que el detective puede aportarle información y datos sobre el inside de la empresa que el officer utilizará para tomar medidas preventivas.
Las legales: sistemas de control interno y verificación de los cumplimientos, donde el detective privado puede ser colaborador y contrastar datos e información.
Las “delictuales”: delitos susceptibles de imputación a la empresa y a los empleados, administradores y directivos. El detective privado puede aportar, mediante investigación e informes, datos actualizados periódicamente (incidencias en pagos, concurso de acreedores, pagos, reputación online, relación con empresas, comportamientos).
El riesgo reputacional cero
El compliance también debe encargarse de mantener el riesgo reputacional de la empresa en nivel cero. Para conseguirlo, el detective privado puede colaborar en la prevención y detección tanto de forma interna, como externa: facilitándole información del entorno externo y de los satélites de la propia empresa (sociedades vinculadas, clientes, proveedores y competidores).
Las sociedades están conectadas entre ellas y lo que le suceda a una de ellas puede afectar a la reputación de una empresa de su grupo.
Es esencial disponer de información de manera preventiva de clientes, para ello debe existir una excelente coordinación entre el departamento financiero/riesgo, el detective privado y el compliance officer, siendo muy importante la monitorización, vigilancia y seguimientos de estos clientes.
El grado de dependencia de un proveedor puede llegar a contagiar una imagen negativa a la propia empresa, por ello hay que actuar de manera preventiva y eficaz. Los proveedores forman parte del entorno de la empresa, por lo tanto, también es aconsejable disponer de información actual y periódica.
Así mismo, es importante disponer de datos e información de nuestros competidores, su reputación online: sus movimientos, sus noticias, ya que una negligencia de un competidor puede afectar a la imagen de todo un sector.
Delitos penales que pueda cometer una empresa
El compliance officer, junto con la información preventiva del detective privado, puede evitar a la empresa el cometer cierto tipo de delitos penales como: fraudes de subvenciones, blanqueo de capitales, insolvencias punibles, defraudaciones fiscales o de la Seguridad Social, estafas, daños a sistemas o datos informáticos, delitos urbanísticos, publicidad engañosa, delitos de manipulación de mercados o de información privilegiada, etcétera.
Deberes de los administradores
Entre las funciones del compliance officer está también la de velar por el cumplimiento de los deberes propios de los administradores de la empresa: administrar con diligencia, fidelidad, lealtad y secreto.