La información comercial de empresas, o más conocidos “informes comerciales de empresas” (credit reports) son usados a diario por centenares de miles de usuarios. Desde departamentos de Riesgos para ver la radiografía de un nuevo cliente y decidir sobre el crédito o forma de pago hasta abogados para desmenuzar los datos importantes y conocer mejor quién es el demandado, pasando por supuesto por detectives privados que está realizando una investigación sobre una empresa y usan el informe como punto de partida para la investigación.
UNA PREGUNTA QUE ME HAN REALIZADO MUCHAS VECES ES ¿PODEMOS CONFIAR EN LOS DATOS QUE APARECEN EN EL INFORME FINANCIERO? ¿SON DATOS ACTUALIZADOS? LA RESPUESTA ES “SÍ, PORQUE CONTIENE LA ÚLTIMA INFORMACIÓN PÚBLICA SOBRE ESA EMPRESA” Y “NO, PORQUE NO REFLEJA LA REALIDAD, YA QUE DESDE LA PUBLICACIÓN DE ESA INFORMACIÓN PÚBLICA HAN PODIDO PASAR MUCHAS COSAS”.
Creo que las fotos que hemos elegido para ilustrar este post sirven como ejemplo: las portadas de El País y ABC del día 11 de septiembre. Como cualquier portada de un diario estaban actualizadas en el momento que salieron a la calle, ya que eran la última edición impresa, pero dejaron de estarlo muy rápidamente, y especialmente en este caso, de una manera drástica y dramática a partir de las 08,45 de la mañana.
El periódico de hoy, día 11 de septiembre, que tenía entre mis manos, acababa de convertirse en un pasado, me atrevería a decir que lejano.
Con una empresa pasa algo parecido, los proveedores de informes comerciales recogen los datos de fuentes públicas o abiertas, la gran mayoría de ellos (80%) son procedentes del BORME (Boletín Oficial del Registro Mercantil), por tanto se nutren de la información que el Registro Mercantil anuncia de la empresa (presentación de cuentas anuales, ceses o dimisiones, ampliaciones o reducciones de capital, etc.). Sobre estos datos más otro tipo de detalles se elabora una ficha de empresa, con los datos estructurados y organizados por apartados.
Además, tenemos que tener en cuenta que hay informaciones muy valiosas que las empresas españolas no suelen comunicar al Registro Mercantil y que, por lo tanto, no aparecen en el BORME. Informaciones como que la empresa ha cerrado, que uno de los administradores ha fallecido, o que han cambiado de domicilio.
Un informe comercial es una herramienta muy valiosa, pero debemos ser muy conscientes de que esa foto que tenemos de la empresa pertenece a un momento muy concreto. Hay elementos importantes que deberíamos conocer, que no son recogidos en el Registro Mercantil, o que, aunque estén pasando en este mismo instante, no quedarán reflejados en los indicadores de posibles impagos como RAI, incidencias judiciales o ASNEF hasta dentro de un tiempo.