En este capítulo nos centramos en un tipo de fraude que comprende las acciones que realizan los asegurados para obtener un beneficio que no les corresponde, impulsados —en la gran mayoría de los casos— por la picaresca despertada con la crisis.
Según datos de ICEA (Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones), en 2012 los intentos de fraude en el seguro aumentaron un 12% en comparación con el año anterior y, como dato curioso, crecen un 20% los intentos de fraude de pequeña cuantía (hasta 500 €). En total se han identificado 146.792 casos, que habrían tenido un coste para las aseguradoras de 563 millones de euros, sin embargo, la actuación diligente de las aseguradoras en la detección e investigación de los mismos permitió abonar solo 151,9 millones, que era la cantidad real a la que se tenía derecho, suponiendo un ahorro de 411 millones de euros que se habrían pagado indebidamente. Las aseguradoras destinan cada vez más recursos a la persecución de los mismos.
En 2012 se destinaron a combatir el fraude más de 9,5 millones de euros, un 18,3% más que en el año anterior. La combinación de una mayor actuación por parte del seguro ha producido un rendimiento del 43%, es decir, por cada euro invertido en la lucha contra el fraude se consigue evitar pagar 43 euros a los defraudadores.
Casos
- El seguro del hogar. Es el ramo en el que se detecta un mayor número de denuncias falsas; la mayoría recogen el robo de teléfonos móviles y el robo de dinero en efectivo, estas denuncias se realizan para cubrir la penalización de la compañía de telefonía móvil y/o obtener una cantidad de dinero en efectivo de una forma rápida.
- Seguro del automóvil. Intentar asegurar un vehículo después de haber sufrido un accidente o simular un accidente (daños materiales y daños corporales). El 31% de los intentos de fraude eran siniestros simulados.
- Seguro de accidentes. Hay cambios de profesión no declarados y personas que cuando se hicieron la póliza tenían negocios con ingresos considerables y contrataron seguros elevados. Unos años después, cuando tienen un siniestro y al ser su negocio deficitario, ganan más estando de baja que trabajando.
- Seguro personal. Lesiones y baja fingida.
- Seguro en el teléfono móvil. Se trata de una nueva modalidad, hay nuevas aseguradoras que están especializadas en tarjetas de crédito, débito y telefonía móvil. En el último año se ha detectado un incremento de un 30%. Se trata de dar un móvil nuevo a su cliente, en caso que se produzca una avería o un robo, y se están produciendo numerosas denuncias falsas.
La víctima
Las compañías aseguradoras.
El perfil del estafador
- Redes profesionales que se dedican de manera habitual a intentar robar a las compañías.
- Personas que no tienen necesidad pero que se lo toman como un reto personal (“¿seré capaz de hacerlo?”).
- “Defraudador provisional”, no lo han intentado nunca pero con la crisis quieren conseguir un dinero extra.
El detective
privado como herramienta antifraude
Las aseguradoras tienen departamentos especializados en antifraude y personal
especializado. El detective privado con su investigación e informe, puede
aportar las pruebas necesarias para que la aseguradora pueda conocer la verdad
sobre su expediente y tomar las medidas necesarias.