A finales del siglo XIX e inicios del XX, elegir el nombre comercial adecuado para un despacho de detectives o de investigación económica era una tarea en la que el marketing ya se tuvo en cuenta. En dicha elección, unos optaron por transmitir su valor añadido en el servicio prestado, así hay empresas como LA CONFIDENCIA MUTUA fundada en Madrid o la SEGURIDAD MERCANTIL que, allá por el 1884, tenía sus oficinas de investigación económica en Madrid. En Murcia, en 1896, funcionaba una empresa con el nombre de LA CONFIANZA, que junto con la empresa LA VERDAD (Cartagena 1906) era valores inherentes al buen servicio de las empresas dedicadas a la información. Una excelente elección, aunque algo vanidosa, era LA MEJOR INFORMACIÓN de Madrid y fundada en 1911. Existen algunos nombres muy curiosos como el caso de LA SALVADORA que, fundada en 1883 en Barcelona, tuvo que cambiar el nombre al de LA PRECAUCIÓN MERCANTIL, al verse presionada por una parte de la sociedad que vinculaba el nombre con temas religiosos.
Otro de los motivos a la hora de la elección es que transmita a los clientes una cobertura nacional o internacional, con el fin de dar servicio en la mayor parte de ciudades, para ello se elegían nombres como LA GALO-IBÉRICA, empresa madrileña de informes comerciales de 1880. También era frecuente poner un nombre anglosajón, transmitía confianza y sensación de calidad –así como un toque internacional y de prestigio-, como es el caso de los despachos de Barcelona PRIVATE POLICE AGENCY, AMERICAN OFFICE LTD, DETECTIVES OFFICE, INSTITUTO MERCANTIL INTERNACIONAL y DETECTIVES SUN o DETECTIVES LA INTERNACIONAL de Madrid. Suele ocurrir que los nombres foráneos llaman más la atención, mientras que algunos detectives norteamericanos se anunciaban como THE UNITED STATES DETECTIVES AGENCY en Indiana o AMERICAN DETECTIVE AGENCY, en Washington. Estos últimos despachos aparecen publicados en una guía imprescindible para rastrear las empresas de detectives de la época, se trata del International Police Directory and Detective Directory publicado en 1922 por la agencia californiana General Efficency Company, donde quedaron clasificados, a modo de guía, todos los detectives privados del mundo que quisieron anunciarse en dicho directorio. El libro, además de ser una fuente de nombres y direcciones, sirve para llevar a cabo estadísticas para comprobar que si de España se anunciaba siete empresas, más de ochenta despachos de detectives lo hacían desde Francia, con nombres como las parisinas: OFFICE MONDIAL DE PÓLICE PRIVEE o INTERNATIONAL DETECTIVE AGENCY; desde Alemania se anunciaban más de ciento treinta; y desde Italia coincidían en número las agencias publicitadas con España, de las siete destaca DETECTIVES INSTITUTO SHERLOCK HOLMES de Milán; cuarenta despachos desde Inglaterra y resulta curioso que ninguno de ellos lo hace como “nombre comercial”, lo hacen como Van Morrison o Bruce Springsteen, con su nombre de pila, entre ellos destaca la agencia de CHARLES ARROW con domicilio en Londres, conocido en su país por recuperar ciertos objetos robados en Buckingham Palace y en España por ser un coach en la organización de la policía barcelonesa de principios de siglo XX.
Otros nombres que se pueden ver en la guía y que consiguieron, ser recordados cien años después, es el caso de despacho PINKERTON´S NATIONAL DETECTIVE AGENCY con oficinas en Chicago y Nueva York. También se publicaron nombres curiosos como NIGHT WATCHING ONLY (Minneapolis), BUSINESS MAN DETECTIVE AGENCY (Minneapolis), CENTRAL WATH SERVICES (Chicago) o THE INVESTIGATION COMPANY (Nueva York).