En esta recién inaugurada segunda década del siglo XXI, hay en España varias asociaciones nacionales que representan al colectivo de detectives privados, siendo la Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE) la principal por su número de asociados; además, también contamos con tres colegios profesionales en Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia. Pero no siempre fue así.
En 1978, ya en la era democrática, surge en Barcelona la idea de crear un nuevo colectivo, reuniendo a aquellos que no estaban de acuerdo con la filosofía continuista de la Asociación Nacional. Un grupo de detectives privados de Barcelona y Baleares, con Antonio Corcoy, Hugo Sanmartín y José María Vilamajó al frente, crean la Asociación Profesional de Detectives Privados de Cataluña y Baleares (ACBDP). Se constituye el 20 de diciembre de 1978 con domicilio social en Rambla de Catalunya 3, Barcelona. Su primera junta directiva estuvo formada por Antonio Corcoy Serrat (presidente), José María Vilamajó Rosell (vicepresidente), Hugo Sanmartin Cotti (tesorero), Juan Cardona Aparicio (secretario), Juan Jose Mateu Palou y Antonio Pagés Alayor (vocales).
Para situar el escenario, es importante tener en cuenta que no es hasta 1978 cuando desaparece la Organización Sindical Española (OSE), conocida, comúnmente, como Sindicato Vertical. Fue la única central sindical que existió en España entre 1940 y 1977; esto es, durante casi cuarenta años fue el único sindicato legal que estuvo autorizado y al que era obligatorio estar afiliado para poder ejercer la profesión de detective privado en España.
En 1988 se le otorga a la Asociación la marca Asociación Catalana-Balear de Detectives Privados. Diez años más tarde, en 1998, se adoptó el identificativo de Intercomunitaria de Detectives para dar relevancia al carácter nacional de la Asociación. Estuvo cerca de los quinientos asociados, la gran mayoría fuera de Cataluña y Baleares. La década de los noventa fue clave para su fortalecimiento y posterior fusión.
Fueron estos los años de Hugo Sanmartín, quien accedió a la Secretaría en 1990. Para optar a las subvenciones de las partidas del Fondo Social Europeo que administraba la Generalitat de Cataluña era imprescindible contar con una organización y gestión impecables. La primera subvención, de 11.000.000 de pesetas, se obtuvo dos años después, en 1992; y así cada año hasta 1998, que no se solicitó, ya que el 1999 fue año electoral. A Hugo se le debe, además, la entrada de la mujer en las juntas directivas durante sus legislaturas.
En su nomenclator de septiembre de 2000, su junta directiva estaba compuesta por Hugo Sanmartín Cotti como presidente, Angela Juanmartí Ventura como vicepresidenta, Joan Masip Aldabó como secretario, Elisenda Villena Barjau como tesorera y Francisco Marco Fernández, Francisco Marqués Vuelta, Antonio Sánchez Navarro, Ignacio Messa Ferrer y Lucía Oteo Viñaras, como vocales. Anabel Muñoz Robledo, sin formar parte de la Junta Directiva propiamente dicha, fue una pieza clave como secretaria ejecutiva de la Asociación.
Son varios los hitos vinculados a ACBDP en la historia del detective privado en España. Uno de las principales es la formación, ya que colaboraron en el diseño del plan de estudios obligatorio para los nuevos detectives desde el año 1981, esto hace que el investigador español sea un referente al contar con una disciplina de tres años de estudios universitarios.
Al tratarse del colectivo con mayor número de asociados, ACBDP fue protagonista en la nueva Ley de Seguridad Privada Ley 23/1992, de 30 de julio, con la presentación en el Senado de dos proyectos de Ley. También lo fue para el reglamento del Real Decreto 2364/1994, de 9 de diciembre, con la presentación de dos proyectos y varias alegaciones.
Además, lograron que no desapareciera la figura del auxiliar de detective, consiguiendo que se convocara en el año 1998, unas pruebas de aptitud técnico-profesional para investigadores auxiliares o informadores, cuya superación sustituía al diploma de detective privado en los expedientes de habilitación para la obtención de la tarjeta de identidad profesional de detective privado. Del año 1996 al 2000, la Asociación publicó una revista que se llamaba Informa. Todos estos avances fueron claves para ser un referente como colectivo a nivel internacional.
No es
extraño, por lo tanto, que fuera la Asociación Catalana-Balear de Detectives
Privados la que impulsó la constitución de la APDPE en el año 2001 en un
intento por unificar todas las asociaciones del momento. Fue así como en enero
de 2002 nació una única asociación de ámbito nacional, la Asociación Profesional
de Detectives Privados de España, fruto de la fusión de la Unión Profesional de
Detectives Privados (Internacional de Detectives), Asociación Española de
Detectives Privados, Asociación Catalana de Detectives Privados, Asociación
Gallega de Detectives Privados, Asociación Andaluza de Detectives Privados,
Asociación Profesional de Detectives Privados Universitarios de Valencia y
Asociación Valenciana de Detectives Privados.
[1] Orden Ministerial del 20 de enero de 1981