Vivimos en una época de consumo rápido, de infoxicación y de toma de decisiones en décimas de segundo. Las reseñas, los comentarios y las estrellas valen su peso en oro en el siglo XXI. Una más, una menos, provoca que queramos, o no, ver una peli o una serie, pero también puede desnivelar la balanza en una venta, o en miles.
Y en este contexto llega alguien como Oobah Butler (Feckenham, West Midlands, Reino Unido, 13 de febrero de 1991), con conocimientos y con una idea, mala idea habrá pensado más de uno, y monta un cirio y desmonta máscaras, muchas, a su paso.
El bueno de Oobah, que se describe en su perfil de Twitter como escritor freelance y que escribe en la actualidad en medios como la revista Vice o el periódico The Guardian, entre sus primeros trabajos tuvo el de escritor de reseñas falsas en TripAdvisor, recibiendo 10 libras por cada comentario positivo que hacía de restaurantes que, en realidad, no había pisado en su vida. Sí, tal y como suena y como lo cuenta él mismo en un artículo publicado en diciembre de 2017 en Vice. En ese mismo artículo explica como un día decidió que el patio trasero de su cobertizo al sur de Londres podía “convertirse” en un restaurante, ¿por qué no?
Así nació el The Shed At Dulwich (El Cobertizo de Dulwich), un restaurante que nunca llegó a existir realmente. La historia de Oobah es la de un fraude, de cajón, en la era digital. En su artículo, cuya lectura os recomiendo encarecidamente, va describiendo uno a uno los pasos de ese fraude. Desde el móvil prepago con el que completa su inscripción en TripAdvisor, hasta las reseñas que van haciendo sus amigos en la plataforma hablando de las excelencias del local, pasando por las fotos de sus platos, de lo más in, para los que no supieran, claro, que lo que estaban viendo en la foto realmente eran elementos de atrezzo que el propio Butler iba alternando, como espuma de afeitar, pintura, ¡o su propio pie!
Así, reseña a reseña, va subiendo puestos, hasta que Oobah empieza a recibir llamadas para reservar, que se quita de encima a base de argumentar que están completos y que tienen reservas para seis semanas. Y ahí empezó el tsunami. El aspecto kitsch del negocio y el aire de suma exclusividad del “no hay billetes” hacen que el The Shed At Dulwich llegue al número uno de la lista de TripAdvisor en Londres. Una aventura que termina con Mr. Butler comunicándole a la propia plataforma el engaño e, incluso, llegando a abrir las puertas del local una noche.
Toda una historia que el propio Ooblah decide recrear, esta vez en el mundo de la moda, desconocido totalmente para él, algo que no fue óbice para que terminara triunfando en la Semana de la Moda de París con ropa que compró en un mercadillo. El artículo que escribe en Vice sobre el tema no tiene desperdicio, como el anterior. De la mano de una marca inventada, Georgio Peviani, y con una web, un correo electrónico y unas tarjetas de visita, Mr. Butler se va a París, y no sólo obtiene su acreditación al evento sino que termina codeándose con los diseñadores de primera fila y dejando su impronta.
Y aquí estamos, desde Contrasta2 hablando de las caras del fraude en la época en la que vivimos, explicando la importancia de la información contrastada y esperando que te haya gustado la historia del Sr. Butler.