La profesión de detective privado es de las únicas en el mundo que está asociada a un imaginario que proviene de la ficción, con objetos y prendas de vestir que la caracterizan. La lupa, la pipa de fumar, el abrigo largo hasta la rodilla con capa exterior y el sombrero deerstalker o de cazador, -al más puro estilo Sherlock Holmes-, hacen que cualquier persona, animal o figura, con esa forma de vestir, se conviertan, automáticamente, en el “personaje” de detective.
Pero no siempre fueron estos objetos los que formaban parte del imaginario del detectivismo. Hace más de cien años, la imagen del detective privado estaba asociada a una iconografía distinta, en concreto a la del cartel publicitario que lleva por título: Man with the key, diseñado por el ilustrador y cartelista Leonetto Cappiello en 1913 y encargado por el detective francés Eugène Villiod, uno de los buques insignia en los orígenes de la profesión en Francia. Villiod fue agente de policía como es el caso de Vidocq, le concedieron la medalla de honor, una vez retirado crearía su propio despacho de detectives en la Boulevard Malesherbes 37 de Paris. Es, además, un referente por lo varios libros que dejo como legado entre otros: Les plaies sociales, comment on nous vole, comment on nous tue (1905), La machine à voler (1906), Comment on nous vole au jeu (1909), Les bandes noires: étude sur l’exploitation des vendeurs, producteurs, négociants, etc, (1909), Comment on nous vole, comment on nous tue (1912), La Pègre, études réelles sur les malfaiteurs et leurs procédés (1912).
Cappiello, de origen italiano pero adoptado por Francia desde que tuvo 23 años, comenzó a colaborar con el editor P. Vercasson, lo que marca el inicio de su carrera como cartelista. Fue dibujante en Le Diario, Le Figaro y en revistas como Le Rire, L’Assiette au Beurre, Le Sourire, Le Cri de París y la Revue Blanche y diseñó carteles publicitarios para marcas como Peugeot, Cinzano o Campari.
Para el encargo de Villiod, Cappiello diseñó un detective enmascarado, al estilo del personaje literario francés Fantômas, uno de los personajes más populares en la historia de la novela de folletín de crimen francés, creados por Marcel y Pierre Souvestre.
La capa larga, una gran llave que simbolizaba la metáfora de las puertas que un detective abre con su información, una máscara por la discreción necesaria y unos guantes por la sutiliza. La imagen sería utilizada por Villiod en sus anuncios publicitarios durante más de una década, además de por otros detectives franceses como Cabinet Victor. También cabe destacar que es el símbolo utilizado para ilustrar la portada de cubierta del libro anónimo Memories de Villiod, Detective Privee (1921), Historie des Détectives Privés en France 1832-1942 (2007) de Dominique Kalifa, además de servir como base para la portada del libro Detectivismo Práctico (1925) de Enrique Cazeneuve.
El cartel Man with the key es un ejemplo de cómo una imagen en la publicidad puede convertirse en un icono de una profesión, algo parecido ocurrió con el logotipo de la Agencia Pinkerton, simbolizado por un ojo con la frase “We never sleep”, motivo por lo que los detectives americanos son conocidos como “Private Eyes”. Esta profesión tan especial y apasionante hizo incluso que un personaje literario como Sherlock Holmes de Sir Arthur Conan Doyle revolucionara la profesión, dándola a conocer en el mundo entero.